La verdad es que tenía un post a medio terminar desde hace
más de un mes que iba sobre la independencia de Cataluña, pero entretanto han
pasado tantas cosas... a nivel mundial y local.
Muy triste por los ataques terroristas sucedidos en París
(13N), Beirut (12N, menos sonado, ¿por ser menos "cercano"?) y el
drama de Siria que continúa...
Quizás peque de imprudente, pero el terrorismo
fundamentalista de ISIS no me provoca temor, sino tristeza y comunión (común-unión)
con los que sufren. Muy triste la respuesta de los "poderosos"...devolver
bombas con bombas (desde aviones, claro). Triste el odio que se alza contra el Islam y las personas musulmanas. Triste la intolerancia de uno y otro bando. Aquí hay opiniones para todo, aunque
lo que más se oye en los medios es que esto no es terrorismo, sino una guerra
mundial. Bajo mi punto de vista, de una cosa a la otra hay mucho trecho... esto merece un análisis más profundo en el que quizás entre en otra ocasión.
Entretanto uno se va haciendo viejo. Señoras y señores... cuando los números redondos del tiempo hacen a
uno pensar dónde está, dónde quiere llegar, y el tiempo que le puede quedar por
delante... la "pitopausia"... ¡existe! Media vida...se dice pronto. Los pasados meses Mamá Cris ha sufrido las
consecuencias de estas reflexiones que uno se hace...y me regaló un día que por
sorpresa, pude compartir con aquellos que más "nos queremos"... fue un día
precioso en que...sin ver la luz al final del túnel, vi mi vida pasar...en
positivo, en compañía, en son de lucha y trabajo por tratar de conciliar plenamente mi vida con mi inquietud y vocación/llamada a cambiar esta puta mierda
que está mal, que es injusta, indigna e insostenible.
Y ahora pensando todo esto, sin embargo, me siento el más
afortunado, por dentro reboso de emoción por pensar en el camino recorrido y en
el que me queda por recorrer junto a mi cada día más preciosa Cris, viendo
crecer a mis Kirikús fuertes, sanos, despiertos, ocurrentes, simpáticos,
honestos, firmes... y compartiendo con todos, lo bueno y lo "malo" (llamo
"malo" a aquello que no nos gusta, que no tiene por qué ser malo.
Tenemos la mala costumbre de querer tenerlo todo bajo control y esto en
ocasiones, solo provoca desilusión). Todas estas reflexiones están envueltas
además por la vibración del sonido de Marea (las aceras están llenas de
piojos), que remueve mi parte guerrera y me invita a vivir de forma intensa.
Y hablando de piojos...¡hasta por ello hemos pasado!, qué
agobio...sin parar de maldecir y preguntarme por qué en la divina creación tuvieron
que aparecer semejantes bichejos. Este cabreo me duró bastante tiempo, pues
estábamos pringados los 5 en la familia y tuvimos que armar una buena para el
despioje... La casa patas arriba, los kirikús en serie pasando por la lendrera (huyendo de la misma)...
y los padres a la cola...me pasé unas dos horas con el veneno puesto en lo alto...
encima hoy me he pelado (sí, me corto yo mismo el pelo. Otro día quizás os
cuente la vez que decidí soltar por la ventana los rizos que me iba cortando...) y
veo que tengo menos pelo del que creía tener... En fin, a pesar de todo esto, la
lucidez vino a mí cuando pensé en lo miserable que estaba siendo...cuando este
puede ser el menor de los padecimientos que muchos millones de personas pasan
en este mundo.
...Cuando soy la persona más afortunada.
Y precisamente esto era lo que mamá Cris quiso recordarme
con la sorpresa de mi cumpleaños...que no tengo motivos para inquietarme por el
paso de los años, que el camino recorrido era necesario, que no me detenga o me
encoja por gilipolleces, que estoy bien acompañado, que el camino sigue...y que
no voy tarde.
Gracias, Cris. Lo has conseguido. Intentaré recordarlo en el
-a veces- alienante día a día. Solo puedo devolverte esto en forma de felicidad.
Espero ser capaz de hacerte percibirla...
Mañana partimos a Barcelona para pasar el puente con nuestro
querido Enrique. Lo tomo con mucha ilusión... la que vamos a liar en el AVE con
los kirikús... estoy deseando...vivir contigo esta aventura y ¡todas las que se
nos ocurran y nos vengan sin pensar!
Por último, me siento feliz porque veo crecer a mis kirikús
como personas enteras. Kirikú Juan me ha fascinado con una lección de
entereza en el cole impresionante... se está comportando como una persona auténtica. Sigue así, campeón:
eres capaz de comportarte como crees que debes hacerlo, al margen de lo que te
apetece y de lo que esperan tus amiguitos. Eso es personalidad. Esa es la forma
de encontrar tu propio camino. La forma de encontrar la felicidad...
Y con esto me planteo cómo normalmente tratamos de educar a nuestros
pequeños para que sepan protegerse de los males... se podrán ahorrar algunos
sufrimientos, pero no vivirán de verdad y esto muchas veces los llevará a
perder la integridad, la pureza de corazón, a ponerse por encima de otros. Aún
no me habéis dicho ninguna mentira, aunque ya he percibido que habéis tenido la
tentación de hacerlo, para que yo escuchara lo que quería oír de vosotros o
para libraros de alguna reprimenda, pero por encima de todo ha estado vuestra
honestidad. No la perdáis, mis pequeños. Nunca me defraudaréis, sabedlo ya. Decid siempre lo que
vuestro corazón siente, y vuestra cabeza sabrá cómo llevarlo a cabo. Vuestra cabeza
siempre podrá ir en alto y podréis mirar a los ojos.
Os quiero taaaaaaaaaaaanto...¡¡y os tengo todos los días
para apretaros fuerte!!